EL HAMBRE PUEDE ESPERAR
MARÍA GUADALUPE RICO MARTÍNEZ
La Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO) reafirmó en 2014 en Roma durante la
Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición el derecho de todas las
personas a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, en consonancia con el
derecho a una alimentación adecuada y a no padecer hambre.
Sin embargo, a partir de 2015, cada año
aumenta el hambre en el mundo, 800 millones de personas sufren subalimentación crónica, 60% de las personas
que padecen ese flagelo viven en países afectados por conflictos bélicos o por
fenómenos agudizados por el cambio climático.
Un Estado presenta vulnerabilidad alimentaria
cuando el 25% de los productos que consume provienen del exterior, y
México está en un 60% de importación de alimentos. La mayor parte controlada por 20 grandes
trasnacionales cuyo objetivo va más allá de proporcionar productos saludables,
etiquetan con notas aparentemente confiables bajo el auspicio de las
autoridades sanitarias o encontrando un resquicio en las leyes.
La mala
alimentación, los “productos son conocidos” excesos de grasa, sal, azúcar, o en
fin “comida chatarra”. Ciudadanos trabajadores
con residencia alejada de su centro de labores, en general, familias con poco
tiempo destinado a la preparación de los alimentos y a su consumo. De ahí se
asocian algunas enfermedades; puede disminuir la respuesta del sistema
inmunológico, alterar el desarrollo físico y mental e incrementar la
vulnerabilidad a enfermedades como obesidad, desnutrición, diabetes, etc.
Los líderes del
G 20 reunidos en Hamburgo intentaron este fin de semana conjurar el riesgo de
una guerra comercial de efectos devastadores, quién vende y quién compra más,
bajo qué condiciones. El tema de la hambruna estuvo lejos de sus verdaderos
intereses. Por cada día agrupado en Alemania, murieron en el mundo 25 mil
personas con problemas relacionados a la ausencia de comida.
Casi a la par, paradójicamente los estadistas
cenaban en opulencia, FAO declaró hambruna en Sudán del Sur, informó: más de 20
millones de personas están a punto de morir, la Geopolítica del hambre ilumina además
a Somalia, Nigeria y Yemen. Pero, ¡eso no importa!, que continúen muriendo de
hambre.
CONTAMINACIÓN.-Las víctimas
ecuatorianas que demandan por 9,500 millones de dólares a la petrolera Chevron
por daño medioambiental buscan "globalizar" la lucha social de la
Amazonía ecuatoriana, para que la petrolera no quede impune.
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