TRUMP, ¡GLOBALIFÓBICO!
MARÍA GUADALUPE
RICO MARTÍNEZ
Trump
dio paso atrás a algunos de los principales compromisos comerciales y ambientales.
Así tenemos al Tratado Trans Pacífico (TPP) del que se deshizo recientemente.
Del Acuerdo de París, ni se diga, ya ni quien le recuerde. Se mueve alrededor
de su frase ¡Americanismo, no el globalismo!
Por
algunos informes de la Organización de las Naciones Unidas pocos son los países
beneficiados de la globalización: India: redujo a la mitad la tasa de pobreza
en las últimas dos décadas. El Banco Mundial informa que China, entre 1980 y 2010,
el parámetro estadístico decreció del 80% al 10%, una caída sin precedentes en
la historia. Esto significa que 500 millones de personas salieron de la pobreza
a raíz del aperturismo económico del gigante asiático.
Países de África pierden con la globalización.
Una parte de la producción agrícola y minera están bajo el control de empresas
transnacionales. Indican expertos que deficiencias de las políticas, debilidad
de las instituciones y la corrupción en los organismos públicos marginan a
diversos países. Aunque hay quienes justifican la pobreza debido a aspectos
geográficos y climáticos desfavorables.
México,
tan solo en cuanto a su alimentación la sustituyó por productos
industrializados para imponer la comida rápida con alimentos de baja o nula calidad
nutricional. Lejos del pasado hoy Importamos el
43% de los alimentos que consumimos. La obesidad, coinciden especialistas llegó para quedarse en nuestro
país a raíz de la entrada en vigor del TLCAN (Tratado de libre comercio de
América del Norte).
El presidente
chino Xi Jingping aseguró que la globalización es una "tendencia histórica
irreversible". ¡Claro!, revise amable lector entre los artículos que porta,
adquiere para su hogar; dígame cuántos provienen del país de oriente. A Estados
Unidos no le ha ido muy bien en este renglón. Así que al homólogo
norteamericano lo que le queda es primero arreglar su casa tal y como le
prometió a sus votantes ¿o será que sus coqueteos con el TLCAN terminen en
firma?
BIOSEGURIDAD.-Ahora resulta que el director jurídico de Monsanto, Rodrigo
Ojeda, reconoció que existe un mercado negro y que no sabe de dónde salió la
semilla de soya genéticamente modificada sembrada en 23 mil hectáreas en la
Península de Yucatán, a pesar de estar prohibido.
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