EL “ MURO “ DE SUSY
MARÍA GUADALUPE RICO
MARTÍNEZ
Susy, es mi paisana, su esposo
es norteamericano. Vive en el vecino país,
no sé hace cuántos años pero los suficientes para tener la nacionalidad permitida
para votar por Donald Trump. Eufórica,
en cuanto dieron el resultado de las votaciones, no esperó a manifestar en
Facebook la inclinación de su sufragio. ¡No imaginan!, retahíla de expresiones
de los cerroazulenses y no, fueron encima, se sintieron traicionados y con el
derecho de recriminarla; más aún de aquellos que hasta insultos le profirieron.
Hasta en Marrakech, Marruecos,
esperaban con ansias el resultado de la contienda política norteamericana. Y
bueno, es que ahí están reunidos -desde
el pasado día 7 y hasta el 18 de noviembre-
la comunidad científica, líderes políticos de países miembros de la ONU
donde celebran la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio
Climático (COP22).
La COP22 comprende entre
varios puntos negociaciones de cómo los países desarrollados van a aportar cada
año 100.000 millones de dólares para ayudar a países africanos desafortunadamente
los que más estragos sufrieron en 2015 por los efectos de los fenómenos
meteorológicos. Donal Trump, ha dicho “cancelará los miles de millones
dirigidos a esa causa y los destinará a proyectos domésticos”
Entre las
promesas de campaña para emprender en los primeros 100 días, el ya casi
Presidente de E. U. solo habla de beneficiar a sus connacionales y a la ya
debilitada economía. El cómo, es otro tema, que sin lugar a dudas afectará a
sinnúmero de países del resto del planeta y que también cada Estado tendrá la
obligación de resolver a su manera.
Susy, tiene suficientes argumentos para seguir
debatiendo, pero ya dijo: “no más comentarios, en política como en religión
jamás nos pondremos de acuerdo, eso nos enseñaron en la escuela”, añadió, “yo,
jamás les he reprobado por quién votaron, eh”. Y decidió cambiar de tema en su
“muro”, sí del de Facebook. ¡Porque del otro, no hablamos!
HOLANDA.-Las
autoridades de Tampico, Ciudad Madero y Altamira bien podrían “echar una mirada”
a la ciudad de Rotterdan, allí construirán carreteras en base al plástico que
recogen de los océanos, el material nosotros lo tenemos en casa sin necesidad
de recuperarlo de los mares.
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